domingo, 30 de septiembre de 2018

LA CREACIÓN...

En un principio sólo existía la diosa Alyisha,la diosa savia.Un día esta diosa creó las flores,todas de diferentes clases y bonitas como ella,otro día decidió crear algo diferente ,así que probó crear una flor única y especial,esta tendría que ser la más grande y bonita de todas,la auténtica,y desde ese momento,a partir de esa creación Alyisha sabía que gracias a esa nueva Flor las cosas iban a cambiar ya que de esta Flor surgió el dios Tenor ,creador del sol y la luna.
Este nada más al verse a sí mismo en la vida,se puso a llorar de la inmensa alegría que sentía,y llegó a llorar tanto que esas lágrimas de alegría se transformaron en un gran y voluminoso  mar.
                                                                                                    Alyisha después de contemplar su creación,cogió el tallo de la Flores la cuál surgió el dios Tenor y lo arrojó al mar como muestra de amor hacia dicho dios,este sin duda alguna la aceptó y de estos dos surgieron la diosa Tamora y la diosa Taahira que tiempo más adelante ellas serían las creadoras y guardianas de la semilla humana,es decir,la semilla que daría comienzo a la existencia humana.
                                                                                                      Mientras tanto,el tallo que había arrojado la diosa Alyisha,fue disolviéndose poco a poco en el mar,así creando al dios Zipacná,que más adelante,junto con la diosa Tamora y la diosa Taahira fueron creando los ríos,el viento,los animales,las montañas etc... ,es decir,lo que hoy en día conocemos como la Tierra.

jueves, 27 de septiembre de 2018

De la Nada al todo (Cosmogonia)

La Nada era caos en la oscuridad. Yado, un miembro masculino muy poderoso de una
especie misteriosa para el cual la oscuridad era tranquilidad, empezó a sentir el miedo
resultante de la oscuridad, el miedo le llevó a la ira y como resultado de esta creó luz.

Ordenó la luz y la oscuridad y así creó el día y la noche. La ira le llevó al sufrimiento y le
desencadenó una serie de altibajos emocionales que combinados con el poder que tenía se
formaron las montañas más altas y escarpadas cuando sentía rabia; cuando se sentía
inseguro creó el mar, y le dio movimiento, ese vaivén a veces tranquilo y a veces furioso; en
la tranquilidad surgieron los prados y bosques…

Durante días se paseó admirando las maravillas que había creado sin querer pero que le
llenaban de satisfacción. Recordaba las últimas palabras que le dijo su madre antes de
mudarse: “Siente, no pienses, usa tu instinto”. La madre de Yado sabía que él era el más
poderoso de sus ocho hijos. Los hermanos, aprovechando la luz que había creado Yado, le
imitaron, pero al ser menos poderosos que él, sus creaciones no llegaron a ser tan
maravillosas como la suya, se enfadaron con él y se fueron a otra parte de la Nada como en
su momento hizo su madre.

Así se quedó solo Yado qué, dejando volar su imaginación, dio vida a criaturas que
pudieran disfrutar con él el mundo que había creado, creó animales que disfrutaran de cada
rincón del mundo, dotándolos de las características necesarias para poder sobrevivir.

Yado se dio cuenta de que todo se le había ido de las manos, los animales que había
creado se comportaban a su parecer, eran independientes, así que se le ocurrió crear seres
humanos con los que poder hablar porque estaba cansado de la soledad. No creo solo un
ser humano, creó toda una especie, repartiéndola por todo el mundo y durante una larga temporada ocultó su poder a todos los seres humanos, en especial a Leku, el primer ser
humano que creó al cual le tenía un cariño especial.

Ocultar su poder le fue difícil ya que creaba cosas sin él quererlo así que dejó la humanidad
y se fue a la parte más profunda de la Nada donde puede que se haya repetido la historia.

viernes, 21 de septiembre de 2018

COSMOGONIA 1 BACH


LO QUE NADIE PUEDE VER

 Todo empezó una noche, una estrella de color blanco platino, se encontró con otra estrella nada parecida a ella, de color planeada y mucho más grande. La plateada le preguntó tras un rato estar observándola que quien era ella, ya que nunca le había visto antes. Una de ellas, era del antiguo centro del cielo, y la otra que apenas tenía unos años, le preguntó si se había perdido, ella contestó que sí, pero que no se sabía  el nombre de cuidad que estaba a unos cuantos kilómetros del lugar de donde se encontraban. No sabía ni como había llegado hasta aquí, pero lo que si sabía la otra estrella era que tenían que encontrar su hogar. Recorrieron todo y empezaron a construir, inventar cosas o medios de trasporte. Todas las ciudades del cielo fueron creciendo tanto en estrellas y asteroides, se dieron cuenta de que no eran las únicas estrellas en el cielo. Y tras largos días, y mucha creación y sin todavía darse cuenta, las dos estrellas habían creado el universo y toda la galaxia. Lo que todavía no sabemos, es si ahí arriba, puede llegar a existir eso.